Alimento espiritual
La revista religiosa EL PAN DE LOS POBRES no necesita, en realidad, presentación ni elogios. Como diría el clásico, “ella misma se alaba, no es menester alabarla”. Porque ¿acaso no sorprende su existencia más que centenaria, su bendición de los papas hasta nuestros días y su difusión, cuando otras publicaciones religiosas y populares, nacidas más tarde, han caído ya hace tiempo en el abandono y el olvido? En cambio EL PAN DE LOS POBRES sigue siendo el alimento espiritual de muchas personas y familias,

Autor: Marcelle Auclair; Editorial: Palabra; PVP.: 22,00 €

Estas páginas despiertan la simpatía y el afecto hacia la figura de la santa de Ávila, llevándonos de la forma  más natural del mundo hacia las cimas del amor a Dios.

Autor: D. José Ignacio Munilla; Editorial: Idatz (Editorial Diocesana); Págs: 116; PVP.: 5.50 €

El obispo de San Sebastián ha publicado un pequeño, pero gran libro encantador, titulado: El “descarte” del aborto, una carta pastoral convertida en libro que sirve de contundente argumentario contra la cultura de la muerte, como destacó él mismo en el reportaje de la cadena RomeReports.

Autor: D. Francisco Ugarte; Editorial: RIALP; Págs: 92; PVP. 9 €

El valor de la amistad parece unánime: "un tesoro de valor incalculable", "el más precioso de todos los bienes", "el mayor bien humano", "cima del universo". Así se expresa la Biblia, Aristóteles, Lope de Vega y Ortega y Gasset. Pero – dice Plutarco – "el amigo fiel es raro y difícil de encontrar".

Nuestro santo nació en Lisboa el 15 de Agosto de 1195, primogénito de la familia de Martim y María; a los pocos días fue bautizado en la Catedral de Lisboa, que quedaba cerca de la casa familiar. Parece ser que le llamaron Fernando y no Alfonso, como se llamaba su abuelo, ya que tenía un tío sacerdote, que estaba en la Catedral y se llamaba así; este tío fue quien le bautizó en la Catedral.

Las Escrituras rara vez hablan de San José, pero cuando lo hacen, a menudo lo encuentran descansando, mientras un ángel le revela la voluntad de Dios en sueños. En el pasaje del Evangelio que acabamos de escuchar, nos encontramos con José que descansa no una vez sino dos veces. Esta noche me gustaría descansar en el Señor con todos vosotros. Tengo necesidad de descansar en el Señor con las familias, y recordar mi familia: mi padre, mi madre, mi abuelo, mi abuela… Hoy descanso con vosotros y quisiera reflexionar con vosotros sobre el don de la familia.

Resucita al hjo de una viuda.

Cierto día, entrando Jesús en la ciudad de Naim, encontró una gran multitud que acompañaba a la sepultura a un difunto